Por Jean Pierre Kellams
Una vez estaba visitando a mi familia en Florida y mi padre me preguntó de broma: “¿por qué no haces juegos de verdad como FIFA o Madden?". A él le encanta jugar y siempre hemos compartido una pasión por los títulos de EA SPORTS. En su día, ese comentario fue solo una broma, pero ahora es una realidad.
He tenido muchos trabajos diferentes durante los últimos 12 años en la industria de los videojuegos, y ahora estoy orgulloso de ser el nuevo director de desarrollo a cargo del equipo de juego competitivo de Madden y del lanzamiento de características en constante desarrollo.
¿A qué se dedica un director de desarrollo? Tengo la increíble oportunidad de dirigir a un equipo lleno de experiencia, motivación y talento con el objetivo de hacer que Madden sea una plataforma para que los jugadores destaquen. Mi tarea principal es garantizar que los miembros de mi equipo consigan todos sus objetivos e incluso los superen. Ayudo a establecer un plan de objetivos sobre qué queremos conseguir y cómo queremos conseguirlo y apoyo al equipo para llevarlo a cabo de la mejor forma posible. Por supuesto, el mérito de sus éxitos es todo suyo. Ellos son las estrellas en la sombra, yo solo me encargo de allanar el camino para que cada jugada sea un posible touchdown. Se podría decir que estos desarrolladores increíbles son los que me hacen quedar bien.
Tengo la increíble oportunidad de dirigir a un equipo lleno de experiencia, motivación y talento con el objetivo de hacer que Madden sea una plataforma para que los jugadores destaquen.
Mi camino hasta EA y los videojuegos no es una historia típica, pero era un sueño común. Cuando estaba en el instituto, todo el mundo soñaba con crear videojuegos. Después de querer ser programador durante muchos años, me di cuenta de que no se me daba muy bien y tomé la difícil decisión de cambiar mis estudios por el japonés. Mis padres pensaron que estaba loco, pero les dije que tenía un plan: crear videojuegos en Japón. Gracias a la suerte y a mi mentor Ben Judd, que también fue mi primer jefe, pasé 12 años trabajando en la industria de los videojuegos en Japón con un equipo reconocido mundialmente y especializado en juegos de acción originales. Tuve el privilegio de trabajar con algunos de mis ídolos de la industria. Soñaba con trabajar con ellos y veía que aparecían en las revistas. Ahora tengo el privilegio de llamarles amigos.
Trabajar con este equipo en Japón fue todo un honor, pero me di cuenta de que durante toda mi trayectoria me había concentrado solo en un trabajo. Para acabar de desarrollar mis aptitudes, tenía que probar a crear videojuegos de una manera diferente y en un entorno distinto. Hace unos pocos años, la Interactive Entertainment Academy de la Universidad de Florida Central me invitó a dar una ponencia a sus alumnos. Uno de ellos siguió en contacto conmigo después de conseguir un trabajo en EA Tiburon en Orlando (Florida). Cuando estaba decidido a cambiar de aires, una conversación fortuita por Facebook seguida de algunas llamadas por Skype se acabaron convirtiendo en un proceso de selección y entrevista formales.
La posibilidad de unirme al departamento de Madden Ultimate Team y de juego competitivo es una forma de crecer y probar cosas nuevas.
En la producción, normalmente hablamos de tres pilares que determinan todos los proyectos: calidad, presupuesto y tiempos. Bromeamos con que solo podemos concentrarnos en dos y a veces en uno. Durante años me concentré tan solo en uno de esos pilares y quería probar un entorno donde pudiera crear juegos concentrándome en dos o incluso tres. La posibilidad de unirme al departamento de Madden Ultimate Team y de juego competitivo es una forma de crecer y probar cosas nuevas. Me emociona la presión de saber que hay millones de aficionados a Madden que compran el juego cada año y esperan que cada versión, cada parche y cada parte del contenido sean mejor que antes, porque todos los días ayudo a entregarles el mejor Madden.
EA siempre ha creado experiencias para una variedad de jugadores inmensa. Juegos para que los padres y madres disfruten jugando con sus hijos y juegos para que los hermanos y hermanas se peleen por el mando. Ser parte de esto y ayudar a que sea posible es todo un reclamo. Aunque también ayuda lo mucho que nos cuida EA, sobre todo en situaciones delicadas como una reubicación internacional.
Tengo un consejo para todos los que queráis entrar en el mundo de los videojuegos: algunos de los que soñaban en el instituto con trabajar en videojuegos lo han conseguido, pero muchos no fueron capaces. Estoy seguro de qué fue lo que marcó la diferencia: la determinación. Para resumir, nadie te debe nada y, por cada campo en el que crees que destacas, hay otros 10 que son mejores que tú. La gente que consigue entrar en la industria y tener éxito nunca acepta que haya otros 10 mejores, pero también es consciente de que nadie te creerá si dices que eres uno de esos 10. Tienes que demostrarlo. Cuando cambié mis estudios de ingeniería por los de japonés, fue para trabajar en videojuegos en Japón, y eso es lo que dije a mucha gente que no creía en mí. Un profesor incluso dijo que terminaría “en el triste mundillo de los profesores de inglés”. Dedícate a demostrar lo que vales.
Yo mismo estoy impaciente por demostrar lo que valgo en EA Tiburon. Todos. Los. Días.