• 7 de noviembre de 2025 Trazando nuevos caminos: cómo Battlefield 6 reinventa la destrucción Tras el telón de la colaboración entre Battlefield Studios y Frostbite que elevó la destrucción de Battlefield 6 a nuevos niveles.

    Cuando alguien piensa en Battlefield, probablemente lo primero que se le viene a la mente es una característica: la destrucción. La capacidad de manipular el mundo en el juego al destruir objetos y estructuras para crear ventajas tácticas es una característica determinante de la franquicia de Battlefield. Es el impredecible e impresionante caos que convierte los edificios en una cobertura para evitar el fuego enemigo y alterar el flujo de combate en tiempo real. En Battlefield 6, la tecnología de destrucción avanzó más lejos que nunca, técnica y creativamente. 

    Tras las bambalinas, los equipos de EA colaboraron para ofrecer el sistema de destrucción más avanzado de la historia de la franquicia. El resultado no es solo todo un espectáculo, sino también una combinación cuidadosamente diseñada de fidelidad, rendimiento y jugabilidad táctica. La tecnología de destrucción que la gente de todo el mundo experimenta hoy en día refleja los años de desarrollo entre el equipo de Frostbite, responsable del motor de juego multiplataforma vanguardista Frostbite de EA, y de Battlefield Studios, el grupo de desarrollo formado por Criterion, DICE, Motive y Ripple Effect.

    Construyendo la característica destrucción de Battlefield, juntos

    "Desde Battlefield 2042, los equipos de destrucción y de físicas de Frostbite tuvieron una relación muy estrecha", explica Rickard Antroia, diseñador de juegos principal de DICE. "En Battlefield 6 nos centramos básicamente en quién tenía la mejor experiencia para la tarea, independientemente de dónde se realizara el trabajo. Esa es la ventaja de contar con un motor interno y una organización que cree en la colaboración y el avance tecnológico".

    Esa colaboración fue mutua. El equipo de Frostbite trabajó directamente junto al equipo de desarrollo de Battlefield para mejorar el motor en sí, garantizar que todas las explosiones, el derrumbe de estructuras y la caída de los pedazos de escombros se sintieran auténticos y funcionaran perfectamente en todas las plataformas.

    "Una de las ventajas de un motor interno como Frostbite es que podemos trabajar muy estrechamente con los equipos de juego", añade Talan Le Geyt, ingeniero de software sénior de Frostbite. "Mantuvimos un contacto muy estrecho para que nuestro equipo, Frostbite, comprendiese claramente la visión de juego de Battlefield, y para que Battlefield supiese cómo aprovechar Frostbite al máximo. Una gran parte del valor de esa relación viene de pequeñas mejoras específicas que realizamos en respuesta directa a las opiniones".

    Esas mejoras tenían sentido:  desde nuevas herramientas de depuración que aceleraban la iteración, a mejoras de los editores para optimizar la forma en que el equipo de desarrollo modificaba los materiales destructibles, la asociación produjo un flujo de trabajo tan dinámico como la propia tecnología.

    La destrucción, mejorada

    Desde el principio, el equipo de Battlefield se propuso un objetivo ambicioso: la destrucción debería ser sistémica y controlada. El resultado es un sistema técnico que permite entornos variados que narran una historia sin que el caos se descontrole.

    "Queríamos que la comunidad del juego creara un campo de batalla asolado por la guerra, no un paisaje lunar", bromea Antroia. "Queríamos que el resultado de la destrucción permaneciese, creando ruinas interesantes y montones de escombros diseñados para remodelar el espacio de juego".

    Este enfoque requería avances técnicos. El equipo revisó la fidelidad física de todos los sistemas, desde el comportamiento de los escombros y la deformación del terreno a los comportamientos de los vehículos. "Dejamos que quienes juegan y los activos del mundo afectaran a los sistemas de destrucción como agentes del caos", añade Antroia. "Por eso trabajamos en el daño por impulso de los soldados, el impulso "muñeca de trapo" y las dinámicas de los vehículos, que ahora están mucho más integrados en el ecosistema del mundo, con choques y destrucción persistentes. Todas estas características hacen que sea una experiencia más auténtica".

    Red de destrucción priorizada, antes (izquierda) y después (derecha)

    Innovando desde los cimientos

    El motor Frostbite evolucionó junto a Battlefield 6 e incorpora nuevos sistemas que hacían que la destrucción fuera más flexible y realista. 

    "Uno de los principales objetivos de Battlefield 6 era hacer que nuestros sistemas de destrucción por partes y generación de escombros fueran más extensibles", afirma Le Geyt. "Eso permitió que el equipo de Battlefield integrara la destrucción en otros sistemas del juego, incluyendo aspectos como el daño a personas bajo edificios destruidos o escombros que caen de forma más realista".

    "Con la renovación del sistema de transición de salud de Frostbite, los equipos de juego pudieron personalizar qué sucede en las transiciones de salud,  como el uso de procesos personalizados para modificar un estado, modificar la jugabilidad o generar nuevos recursos", señala Johan Leijon, director técnico de DICE. "Esa flexibilidad fue muy importante".

    Los equipos de Frostbite y Battlefield Studios también mejoraron la forma en que los eventos de destrucción se conectan a la red. Al optimizar el ancho de banda y la priorización, los equipos se aseguraron de que las inmensas partidas para 64 personas repletas de explosiones simultáneas estén sincronizadas y con capacidad de respuesta para todo el mundo.

    "Como logramos una fidelidad mucho mayor en los entornos destruibles, tuvimos que trabajar en mejoras de red, como la priorización, el recorte de la destrucción de partes y la generación de escombros", explica Leijon. "Todo este trabajo permite que todo sea fluido y esté conectado".

    A su vez, los equipos de Battlefield Studios desarrollaron funciones de tiempo de ejecución que difuminaban las líneas entre espectáculo visual e impacto en la jugabilidad. 

    "Desarrollamos emisores de costura y superficie que detectaban la activación de los escombros y las ondas de choque de las explosiones, utilizando los efectos visuales adecuados según el material visual del objeto", añade Antroia. "También se utilizaron los mismos parámetros en nuestros sistemas de audio para garantizar la coherencia". En otras palabras, el equipo creó una sola fuente para que el motor dirija todos los sistemas de recursos.

    El resultado de este trabajo es una destrucción que parece, suena y se siente viva, y que responde de forma dinámica a las acciones de quienes juegan.

    Un mundo que reacciona contigo

    Desde la esquirla más pequeña hasta el derrumbe de un puente, la destrucción en Battlefield 6 es más que un espectáculo visual: es el corazón de la experiencia. Todas las explosiones están calculadas. Cada fragmento tiene un propósito. 

    Por su parte, Antroia reflexiona: "Lo que más me entusiasma es que quienes juegan experimenten la suma de todas las partes. Puede que no seas consciente desde el principio de una estructura y de lo mucho que puedes alterarla con una forma de juego oportunista".


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