Se conoce a los gallos por cantar al amanecer, pero este pariente kemono chilla con una estridencia tal que sacude las hojas de los árboles. De hecho, el alarido del temperamental himetosaka, o garra letal, atraviesa las montañas y los valles y llega a oídos de la población de aldeas lejanas. Incluso a esa distancia, el estruendo puede destruir las granjas antiguas, una razón suficiente para querer cazar a la bestia.

Apenas podrás respirar durante la arremetida implacable del garra letal y no tendrás escapatoria cuando acierte un ataque. Sin embargo, por lo general, embiste con toda su fuerza de frente, por lo que tendrás una buena oportunidad de esquivarlo si lo observas detenidamente. Es propenso a perder el equilibrio luego de recibir una seguidilla de patadas, así que aprovecha la oportunidad para atacarlo e infligirle daño mientras puedas.